¿Qué es el Acné y la Rosácea?
Aunque a menudo se confunden por la aparición de granitos, el acné y la rosácea son dos condiciones cutáneas distintas con causas y tratamientos diferentes. Como dermatóloga, mi primer paso es realizar un diagnóstico preciso para ofrecerte la solución más eficaz.
El acné es una enfermedad inflamatoria del folículo pilosebáceo, común en la adolescencia y la edad adulta. Se produce por un exceso de sebo, la obstrucción de los poros y la proliferación de la bacteria P. acnes. La rosácea, en cambio, es una condición vascular e inflamatoria crónica que afecta principalmente a la piel del rostro, causando enrojecimiento persistente y, en ocasiones, pápulas y pústulas.

Síntomas Clave
Identificar los síntomas correctamente es fundamental. Aquí diferenciamos los signos característicos de cada condición:
- Síntomas del Acné:
- Comedones: Puntos negros (abiertos) y puntos blancos (cerrados).
- Pápulas y Pústulas: Granos rojos e inflamados, a menudo con pus.
- Nódulos y Quistes: Lesiones más profundas, dolorosas y con riesgo de dejar cicatrices.
- Piel Grasa: Exceso de sebo, principalmente en la "zona T" (frente, nariz y barbilla).
- Síntomas de la Rosácea:
- Enrojecimiento Persistente (Eritema): Rubor constante en el centro del rostro.
- Flushing: Episodios de enrojecimiento intenso y súbito.
- Telangiectasias: Pequeños vasos sanguíneos visibles, como "arañitas".
- Pápulas y Pústulas: Granos inflamados, pero sin la presencia de puntos negros.
- Sensibilidad Cutánea: Sensación de ardor, picazón y piel muy reactiva.
Posibles Tratamientos
No existe un tratamiento único; el éxito radica en un enfoque personalizado. Tras evaluar tu tipo de piel, la severidad y el tipo de condición (acné, rosácea o una combinación), diseñaremos un plan integral que puede incluir tratamientos tópicos, orales y procedimientos en la clínica para controlar los síntomas, prevenir brotes y mejorar la calidad de tu piel a largo plazo.
- Tratamientos Tópicos (Aplicados sobre la piel): Son la primera línea de defensa. Para el acné, utilizamos retinoides (adapaleno, tretinoína) para destapar los poros, y peróxido de benzoilo o antibióticos para reducir la bacteria. Para la rosácea, optamos por metronidazol, ivermectina o ácido azelaico para disminuir la inflamación y el enrojecimiento.
- Tratamientos Orales (Sistémicos): Para casos moderados a severos. En el acné, podemos recetar antibióticos (doxiciclina), tratamientos hormonales o isotretinoína para los casos más resistentes. En la rosácea, se usan antibióticos a dosis bajas por su efecto antiinflamatorio, o isotretinoína en situaciones específicas.
- Procedimientos en Clínica: Aceleran los resultados y tratan problemas específicos como manchas o textura. Incluyen:
- Peeling Químico: Renueva la piel, mejora la textura y reduce las marcas post-inflamatorias del acné.
- Luz Pulsada Intensa (IPL): Excelente para la rosácea, ya que reduce eficazmente el enrojecimiento y los vasos sanguíneos visibles.
- Limpieza Dermatológica Profunda: Para la extracción segura y profesional de comedones y miliaria en casos de acné.